Alex Hurtado Zapata
Diseñador Industrial
y de concepto | PHINEAL
2 DE JUNIO, 2017
Del capitalismo cognitivo a la innovación abierta
La innovación se ha convertido en un término de uso frecuente, un objetivo compartido por empresas e instituciones educativas, y la búsqueda constante de soluciones creativas rige hoy la mayoría de los quehaceres proyectuales. También las diversas disciplinas modifican sus fronteras para dar espacio a la colaboración, sin embargo, persiste una actitud cautelosa ante la circulación de las ideas. Las organizaciones con capacidad para resguardar información sitúan sus áreas de desarrollo e investigación en entornos muy controlados, yendo en dirección contraria al afán innovador de apertura, mientras los emprendimientos con recursos limitados, pero con gran capital de conocimiento y destrezas, demandan espacios para promover su valía ante quienes podrían dar impulso a sus emprendimientos.
Tal condición incide en la percepción del impacto transformador de la industria. Las organizaciones consolidadas, o de gran envergadura, orientan sus esfuerzos a mantener su posición en el medio, enfocándose a necesidades de orden práctico y pequeñas mejoras incrementales, a la vez que adoptan reserva ante cambios radicales que pudieran suponer una amenaza a sus fortalezas. Efectos visibles de ello son la actitud reactiva a los problemas y una pobre capacidad de anticipación, con su consiguiente negligencia ante oportunidades de diseño -las cuales presenciamos con frecuencia en la vida cotidiana– que requieren conceptos amplios e integrales de solución. Nadie podría recriminar las precauciones ante el riesgo, ni objetar la necesidad de estabilidad para un plan de desarrollo sostenido, pero es necesario propiciar una visión de futuro que incorpore elementos dinámicos a su estructura.
Locksley Hall
–Lord Alfred Tennyson