Eduardo Soto Sepúlveda CEO | Phineal
¿Qué está pasando en el norte de Europa?
Hace unos meses, regresé de una pasantía que hice en Helsinki, financiada por CONICYT y el Ministerio de Energía, que tenía como finalidad inverstigar lo que se acontece en temas de movilidad eléctrica y almacenamiento energético en los países escandinavos. Esta experiencia fue bastante enriquecedora y me alienta a describir en forma breve pero precisa, algunos pensamientos con foco en Latinoamérica. La evolución del auto eléctrico y electromovilidad para los países Latinoamericanos en general ocurrirá de forma paulatina como ha sucedido con otros fenómenos, pero con matices particulares en la forma de aplicar las soluciones que hoy son tendencia en el desarrollo de los nuevos autos y buses eléctricos, como sistemas de recarga y modelos de negocios, entre otros aspectos relevantes para la implementación de estas tecnologías. Es necesario entender que la evolución de los sistemas de movilidad eléctrica de los países nórdicos, presentan condiciones muy diferentes a la realidad Latinoamericana, por lo que la base de cambios estructurales y logísticos deben tener consistencia con aspectos como el clima, geografía, poder adquisitivo de los usuarios, topología de las redes eléctricas, modelos de compra y venta de energía, normativas y estándares para las redes eléctricas, entre otros aspectos relevantes.
El creciente desarrollo tecnológico de los vehículos eléctricos ha dirigido a la industria automotriz y centros de investigación hacia una creciente y constante apuesta tecnológica en el desarrollo de la electrónica de potencia de los autos, sistemas auxiliares de control de los vehículos, diseño y seguridad, pero principalmente a la reducción de costos y mejoras de las capacidades de almacenamiento y peso de las baterías eléctricas. Este eslabón de la cadena es uno de los más importantes para la industria de vehículos eléctricos debido a que permite habilitar su mercado con prestaciones similares a los vehículos a combustión interna. Otro aspecto a considerar, es la logística de recarga de los automóviles, basada en la capacidad de los cargadores (potencia), ubicación de los puntos de recarga, tiempos de carga de las baterías, origen de la energía y costos para los usuarios finales.
Uno de los ejes de desarrollo de la movilidad eléctrica en estos países, han sido las pruebas de diferentes tecnologías de buses eléctricos, sistemas de carga rápida para buses y pruebas pilotos de la logística y trayectos en pequeñas y grandes ciudades. Llevan más de 10 años realizando inversiones que apunten hacia la conversión paulatina de los buses urbanos hacia una red de buses eléctricos, además de una fuerte apuesta industrial para el desarrollo de tecnología donde se posicionen como líderes en estas tecnologías. Las condiciones climáticas poseen grandes desventajas en la climatización de los buses, ya que la energía residual de la combustión como calor, es utilizada en la climatización de los buses. Pero no todo es malo con el clima, el frío favorece la refrigeración de los bancos de baterías, lo que aumenta su vida útil en los procesos de carga rápida.
La clara apuesta de los países nórdicos se vio representada en las presentaciones del seminario “Nordic Electric Bus Initiatives 2 & Electric Commercial Vehicles final seminar” desarrollado en Helsinki el 11 y 12 de Mayo del 2016, donde fue posible conocer los proyectos urbanos más importantes de los países nórdicos en materia de electromovilidad, además de conocer las políticas en desarrollo para la implementación de buses 100% eléctricos en las ciudades.
Dentro de los temas tratados en estos dos días de seminario, existe un especial énfasis en mejorar los tiempos de carga y duración de las baterías utilizadas en los buses eléctricos. Estos factores influyen especialmente en los costos operacionales del sistema y la factibilidad de recambio de los buses convencionales que funcionan con diesel. Les comparto el programa de este seminario.
Los sistemas de carga de los buses eléctricos se asemejan a los troles que se conectan a un punto de carga rápida durante las detenciones en los paraderos de buses. Les dejo un video para representar esta técnica.
Nuevos materiales para una economía circular del auto eléctrico
Las diversas áreas de desarrollo de nuevos y mejorados vehículos eléctricos nos lleva a pensar que el cambio puede tomar un rumbo radicalmente opuesto al que la industria automotriz ha seguido hasta el momento. El uso intensivo de materiales en la construcción de los vehículos presenta una baja tasa de reutilización y alto costo energético a la hora de dar de baja un vehículo.
La empresa UPM en conjunto con Metropolia University of Applied Sciences de Helsinki se encuentra desarrollando un interesante proyecto denominado “The Biofore concept car“. Tuve la oportunidad de reunirme con Harri Santamala, quien participó activamente en el proyecto y me comentó algunos detalles de los materiales utilizados en el vehículo.
Este tipo de materiales puede reducir enormemente los costos y energía para el reciclaje y facilitaría la actualización de las partes exteriores de los vehículos pudiendo reutilizar gran parte del chasis de los mismos.
Un paso a la normalidad
Después de acostumbrarte a que no existen torniquetes en el metro, ni gente vigilando que te subas sin pagar a los buses o tranvías, sobreviene una sensación de normalidad al ver los autos eléctricos en las calles; este proceso es paulatino conforme te familiarizas, desde tus quehaceres cotidianos, con el concepto de un vehículo que no hace ruido y no emite ninguna clase de gases tóxicos. Ese olor a combustible y humo que tenemos en las ciudades de Chile pasará a ser un triste recuerdo con estos vehículos.
Muy cerca donde estuve viviendo en Jätkäsaari (Helsinki), me acerqué a observar este hermoso vehículo Tesla S conectado a una fuente de alimentación. Supongo que era de 220V 16A, pero no quise deternerme en los detalles para evitar que mi curiosidad hacia la propiedad ajena diera lugar a un malentendido. Al principio era muy extraño, pero después de un tiempo pensaba lo útil que es un auto eléctrico conectado a la red eléctrica, tal vez adsorbiento algún kWh solar (aunque la matriz eléctrica en Finlandia está basada en el carbón y nuclear).
©Phineal
¿Cuándo se producirá el cambio de paradigma?
Tarde o temprano sucederá. Todos los especialistas dicen lo mismo. El auto eléctrico producirá un desbalance en las finanzas del petróleo. En este interesante video se resume el efecto de lo que se prevé para el año 2025.
Fuente: Here’s How Electric Cars Will Cause the Next Oil Crisis. Bloomberg
¿Estamos preparados para recibir el auto eléctrico en nuestros hogares y ciudades?
El costo de los autos se ha ido reduciendo en la medida que han ido penetrando y podemos encontrar vehículos como el Tesla modelo 3 a unos USD$35.000 y otros como el Nissan Leaf a unos USD$32.000. Estos valores referenciales, distan un poco de los valores reales que las empresas automotoras las ofrecen por ejemplo en Chile, en el ranking que realiza el sitio Web de Top-Ten podemos ver diferentes alternativas de vehículos eléctricos que pueden costar desde $17.000.000 hasta los $43.000.000 millones de pesos (precios a la fecha de este artículo).
Sin embargo, el costo no es la única preocupación para la entrada del auto eléctrico en nuestras vidas. Muchas personas creen que, en la medida que la tecnología baje de precio, fácilmente el auto eléctrico ingresará con facilidad a las ciudades de Latinoamérica, pero se encuentran muy equivocados. Existen barreras de entrada dadas por las características de las instalaciones y redes eléctricas, ya que no se encuentran diseñadas para una gran demanda de energía a diferentes horarios; es como si bajaras al estacionamiento subterraneo de un edificio y conectases muchos hervidores eléctricos y/o micro ondas simultáneamente en ese lugar, haciendo colapsar la red eléctrica. Las calles, edificios y estacionamientos de las ciudades deben estar habilitadas con cargadores eléctricos y los puntos de carga rápida deben satisfacer la demanda de los vehículos.
Las energías renovables requieren de los sistemas de almacenamiento energético como lo puede ser un vehículo eléctrico, así como los vehículos eléctricos necesitan de las energías renovables para obtener energía a precios muy bajos. Esta sinergia y efecto de doble impacto es algo que se anticipa como inevitable, pero requiere visión de futuro; si las proyecciones de Chile son tener una matriz energética al año 2050 de un 70% con energías renovables, deberá invertir en una sólida estructura para los vehículos eléctricos en las ciudades y – por qué no- en el transporte de largas distancias. Pienso que la meta es realista pero poco ambiciosa, Chile está en condiciones de tener un 100% de energías renovables al 2050 y la movilidad eléctrica es la respuesta.